miércoles, 26 de octubre de 2011

Lactancia materna, lo mejor para tu bebé y para la familia


Mucho se ha dicho de cómo debe la mujer alimentar a su bebé, ha sido tanto que la nueva mamá llega a tener más confusión y miedo al pensar que al hacerlo mal puede perjudicar a su bebé.


La presión social que se ejerce a la mujer que amamanta no es la misma que se ejerce sobre la mujer que da fórmula. Y cuando el bebé no sube de peso lo suficiente para las tablas de crecimiento (que son rígidas) es muy simple culpar a la lactancia materna.


Somos uno de los países en los primeros lugares en obesidad infantil, y a la lactancia materna la ponemos solamente como una opción difícil de conceder a las mujeres.


Podríamos pensar que se trata de romanticismo de una asesora en lactancia materna el querer promover sus convicciones y para lo que ha estudiado, pero es una necesidad ya que la lactancia materna provoca en la familia salud mental, física y económica.


Una de las principales causas de que las mujeres no amamanten es la administración de fórmula de manera precoz. Muchas veces contribuimos a mantener la creencia de que la mamá no tiene suficiente leche desde el nacimiento del bebé, diciéndole que lo primero que tiene es calostro (éste también es leche) y que poco a poco vendrá la bajada de la leche. El aumento de la cantidad de leche no es abrupto sino gradual desde el primer día, y si al bebé se le ha dado pecho a libre demanda será suficiente para el bebé.


La leche materna aumenta con la frecuencia de las tomas, ponerle un horario rígido a tu bebé solamente traerá consigo tensión y mucha ansiedad de pensar si lo estarás alimentando correctamente.


En nuestra cultura la idea de que un niño debe "aguantar" lo más posible (idealmente tres horas en promedio entre toma y toma), está tan reafirmada que incluso al dar leche materna es muy probable que pensemos que debe ser así y no escuchamos las necesidades del bebé, sino que queremos aminorar la ansiedad de nuevas mamás buscando patrones de alimentación, esperando recibir la receta exacta para el buen desarrollo del bebé, creyendo que lo van a mal acostumbrar si le dan a libre demanda.


Deja de preocuparte por las tomas, el tiempo, tu alimentación y deja que fluya la leche, la adrenalina es uno de los peores enemigos de la lactancia y si a la mamá la presionamos con horarios, el tiempo para las tomas y posiciones; lo que incluso como asesoras en lactancia materna causamos en la mamá, es sólo hacer que las madres no deseen amamantar y desistan fácilmente.


El personal de salud: los nutriólogos, pediatras, todos estamos interesados en la salud de tu bebé, pero recuerda que la leche materna es más que un alimento, es la conexión misma con tu bebé, con sus necesidades afectivas y con la seguridad que le darás para su futuro.


¿Quieres amamantar? Hazlo, piensa en las desventajas que tendrían ambos si no lo haces, las ventajas son muchas estamos para apoyarte.


Tu bebé merece recibir tu leche y tú vivir una experiencia digna de recordar.



En el Corporativo Hospital Satélite comprometidos con la salud y seguridad de nuestros pacientes, te ofrecemos un directorio médico con más de 40 especialidades, para acceder a él da clic aquí, entre ellos contamos con expertos en clínica de lactancia materna y pediatras.


Referencia: Manual práctico de lactancia materna. Dr. Carlos González. Acpam.


Para asesorías por internet estoy a tus órdenes:




IPP. Lourdes Alicia Reyes Ávila
Asesora en Lactancia Materna
correo electrónico: lulyreyes@ceduma.com.mx


Circuito Misioneros #5 Ciudad Satélite, Naucalpan de Juárez Estado de México. C.P. 53100
Tel. 5089-1410

viernes, 14 de octubre de 2011

Mis hijos: cómo poner límites

¿Qué son los límites?

Son reglas que regulan el comportamiento.


¿Cómo aplicar límites efectivos y afectivos?
  • Los límites deben irse adecuando a la edad del niño.
  • Deben ser metas realistas, valorar lo que el niño hace y animarle a continuar.
  • Deben ser claros y precisos. Requieren que las autoridades del niño se pongan de acuerdo.
  • Deben ser muy concretos porque así los niños lo entenderán mejor.
  • No deben ser generales, sino específicos.
  • No son necesarios los rollos, son más eficaces las normas breves y claras.
  • Es importante verificar la comprensión del límite.
  • Los límites deben fijarse de antemano, no dejarlos a la improvisación o al momento de rabia.
  • Es necesario imponer los límites desde el ejemplo (en la mayoría de los casos).
  • En ciertos casos procurar dar opciones. Es una forma de ayudarle a tomar decisiones y enseñarle autonomía.
  • Es necesario darle tiempo: tener paciencia y saber que muchas veces fallará. El niño necesita un periodo de aprendizaje y debemos valorarlo.
  • El elogio y acentuar lo positivo es lo que realmente cambia y modifica las conductas.
  • Debemos mantenernos firmes. En cuestiones importantes es bueno aplicar el límite sin titubeos. Para ser firme se ha de creer que se hace lo correcto.
  • Debemos distinguir qué límites son inamovibles. Existen normas que son básicas, que no pueden ser objeto de revisión o de diálogo, para lo que se requiere firmeza. Existen otras que son importantes, pero que admiten revisión o admitir que los hijos opinen siempre previamente a establecer dichas normas y otras más accesorias y que son más negociables.
  • El mensaje o la norma debe centrarse sobre la conducta: decírselo con claridad, centrándonos en lo que queremos que haga o deje de hacer, es decir, en la conducta en cuestión, no en la actitud o en la valía del niño.
  • Hablar con calma, no hace falta gritar: dar las órdenes o instrucciones en un tono de voz normal puede transmitir más firmeza que dar un grito, que sólo significa que se empieza a perder el control de uno mismo.
  • Debe aplicarse la consecuencia preestablecida. Un límite es firme si siempre lleva aparejada la consecuencia. La consistencia es el punto más importante del establecimiento de límites: cuando el niño sabe que siempre sus padres actúan como han acordado, tendrá en cuenta la norma y la respetará.
  • Ubícate a su nivel para verle directamente a los ojos y pregúntale qué le pasa.
  • Escucha y explica el por qué. Cuando un niño entiende el motivo de una regla como una forma de prevenir situaciones peligrosas para sí mismo y para otros, se sentirá más animado a obedecerla. Entendiendo la razón, con pocas palabras, los niños pueden desarrollar valores internos de conducta o comportamiento y crear su propia conciencia.
  • Cuando un niño está angustiado no puede pensar bien. No puede pensar en lo que decimos y por eso no hace lo que pedimos. Guarda distancias.


En el Corporativo Hospital Satélite comprometidos con la salud y seguridad de nuestros pacientes, le ofrecemos un directorio médico con más de 40 especialidades, para acceder a él dé clic aquí, entre ellos contamos con psicólogos.



Aportación de la Dra. Rosario Salgado Cuevas, la Mtra. América Gasca García y el Mtro. Miguel Ángel de León Miranda.
Psicoterapeutas psicoanalíticos psicoanalistas.


Circuito Misioneros #5 Ciudad Satélite, Naucalpan de Juárez Estado de México. C.P. 53100
Tel. 5089-1410